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Diferentes miradas conviven en el cine argentino

Actualizado: 19 jun 2018

En la actualidad el audiovisual de nuestro país se encuentra entre blancos y negros. De un lado grandes cantidades de ventas de entradas y un considerable número de espectadores ante producciones locales. Sin embargo existen disputas legales y desigualdades de género que muestran la otra cara.


Por Andrea Zanessi


Foto: Proyecto 40

Un 23 de mayo de 1909, a un realizador cinematográfico se le prendió la lamparita (o mejor, se le encendió la cámara) y creó la primera película argumental en Argentina. Era en blanco y negro, muda y sólo se conservan 9 cuadros de los 15 que tenía la filmación. De esta forma “La revolución de mayo” pasó a ser el filme por el cual se celebra el Día Nacional del Cine.


A 109 años de aquel estreno, ¿Qué pasa hoy con el cine argentino? ¿Las producciones locales se encuentran en disputa? ¿Qué roles ocupan las mujeres en el sector audiovisual?


En la actualidad las y los argentinos consumen cine local, y al parecer a gran escala. Según el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), en su último anuario presentado en el 2016, Argentina es el segundo país de América del Sur, después de Brasil, en consumir producciones locales. Dato no menor, ya que en el 2016 se estrenaron 199 proyecciones de producciones y/o coproducciones nacionales. Sigamos con los números.


También en el 2016, el 15 por ciento del público que toma mate y fernet eligió largometrajes argentinos, cifra que convocó a más de 7 millones de espectadores. Estos datos del INCAA tienen en cuenta las salas de cine registradas que comparten sus datos y no las salas ambulantes, talleres y demás lugares donde se proyectan largometrajes, cortos, medianos y de todas las medidas.

En lo que va del 2018, grafica el INCAA en su página web, se han vendido más de 16 millones de entradas en todo el territorio celeste y blanco. Hasta acá todo pipí cucú.


Hecho el cine, hecha la ley


Foto: Centre de Cultura Contemporánea de Barcelona

En una entrevista a Sitio Andino, Ciro Novelli, cineasta mendocino y docente de la Universidad Nacional de Cuyo, comentó que desde el "Colectivo Audiovisual Leonardo Favio" se cree en que el Estado provincial y nacional, más algunos apoyos privados, terminarían de despegar de alguna manera, una producción sistemática e independiente de la imagen local.


Novelli agregó que el Estado, a partir de la Ley de Comunicación y Servicio Audiovisual y la creación de la Televisión Digital Abierta (TDA), generó un modelo de producción federal que dio sus frutos. Pero el panorama no da sólo buenas noticias.

Con la resolución N942/2017,que establece modificaciones en el financiamiento y el fomento de las producciones por parte del INCAA, el cine se pone en discusión. Los Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) manifestaron en su página web oficial, que la resolución anunciada el año pasado sin previo aviso ni consenso, pone trabas administrativas y supone recortes presupuestarios.


“Lisa y llanamente decreta la eliminación del cine independiente y de autor que produce inexorablemente una pérdida histórica de nuestras fuentes de trabajo. Las nuevas resoluciones defienden sólo un modelo de cine” subrayaron las y los integrantes del DAC. Sus declaraciones hacen referencia a los cambios en las condiciones para acceder a los créditos con el fin de realizar audiovisuales. Las nuevas normas limitan la participación a toda producción que no provenga de grandes empresas, ya que se hace difícil sostener los gastos que implican las realizaciones audiovisuales.


Con (y sin) permiso, somos las Audiovisualas


Los vemos en la dirección, sosteniendo una cámara, con equipos y a cargo de todo un rodaje. Pero ¿a dónde quedaron las mujeres?


Foto: Audiovisualas Mendocinas.

No fue ni casual ni fortuito que la peli “La revolución de mayo”, se estrenara de la mano de un director varón. Según estadísticas del INCAA, durante la última década (2007-2017), de las 1627 películas que se hicieron en Argentina, sólo el 17 por ciento fueron dirigidas por mujeres.


Emma Saccavino, estudiante de la Tecnicatura en Producción Audiovisual e integrante de las Audiovisualas Mendocinas, contó a Contracara que el sector audiovisual es un ámbito fuertemente patriarcal, al igual que los demás, pero con estructuras piramidales muy sólidas y aparentemente inamovibles.


“Se nos estereotipa mucho en determinados roles, específicamente en los de producción, en arte, maquillaje o vestuario, y muchas veces se nos cierran las puertas a los roles que encabezan una producción audiovisual como puede ser la dirección, dirección de fotografía, las cámaras”, explicó la audiovisuala, y agregó que una de las principales luchas del colectivo Audiovisualas, además de la equiparación salarial, es que las mujeres puedan tener los mismos espacios que los varones dentro del cine, la televisión, lo audiovisual y la publicidad.


“Creemos que son posibles nuevas formas más horizontales que tienen que ver con el consenso y que tienen que ver con espacios de no autoritarismo” sumó Saccavino.

Las mujeres ven cine, pero también producen, manejan las cámaras, dirigen y guionan películas, documentales, series, cortos y toda producción audiovisual.


Han pasaron más de 100 años de aquella película que vino a formar parte de nuestras efemérides. El cine, como toda realización audiovisual, es un arte, una industria cultural, un lugar de trabajo, una carrera, y debe ser puesto en total discusión política con las y los actores que le dan vida.

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