Así sostuvo el historiador en la presentación de su libro “Mujeres Insolentes” en el Estadio Polideportivo Vicente Polimeni de Las Heras el jueves 31 de mayo. Se dio en el marco de un ciclo de conferencias organizadas por el Grupo América. Contracara estuvo presente en el evento.
Por Zoé Euliarte
El historiador Felipe Pigna hizo la presentación de su libro el jueves 31 de mayo en el Estadio Polideportivo Vicente Polimeni. Se trata de: “Mujeres insolentes” un compendio que relata parte de la vida de 29 mujeres latinoamericanas que supieron hacer frente a la desigualdad social que las azotaba en todos los ámbitos de sus vidas.
Una de las particularidades de este libro consiste en que está destinado no sólo a personas adultas, sino también al público infantil, ya que está desarrollado de manera que pueda ser utilizado como parte de la literatura escolar.
Pigna hizo especial hincapié en la invisibilización de las mujeres en la historia latinoamericana. Para ilustrar esta situación en nuestro país, Pigna destacó el hecho que a partir del 47 se dice que la mujer vota, y no se dice que la mujer está en condiciones de ser electa ¿No? Esta mirada es una mirada desde arriba. Es muy importante decir que desde entonces creció enormemente en todos los partidos políticos la participación femenina, es decir la posibilidad de que una mujer sea diputada, senadora, electa. Agregó incluso “Algunos siguen discutiendo la capacidad de una mujer para conducir una empresa o cuánto tiene que ganar una mujer. Seguimos teniendo diferencias de salarios entre varones y mujeres por igual puesto”.
Durante la exposición, también se proyectó un pequeño audiovisual con las citas de algunas mujeres de la historia. La última de las citas, fue de Juana Lanteri, quien en 1908 planteó: “No admito amos ni quiero ser patrona. Todos somos iguales. No quiero propiedades, ni quiero matar para conservarlas. La tierra entera es nuestra patria”. Lanteri es reconocida por haber realizado en 1911 el primer sufragio femenino de Argentina.
El escritor relató cómo a lo largo de todas las épocas, existieron supresiones a cualquier tipo de reconocimiento hacia las mujeres “incluso desde la época feudal, donde la iglesia veía con muy malos ojos la posibilidad de la aparición de un referente social que fuera una mujer, es decir, una comadrona, una mujer que conocía la medicina popular”, añadió que durante aquella época “La única manera de eliminar esa influencia era acusarlas de brujas, y ahí mueren mujeres absolutamente inocentes, que fueron condenadas para sacarlas del medio. La inquisición se trasladó a América e hizo lo mismo acá”.
El encuentro con el historiador hizo repensar la vida de muchas mujeres, las vicisitudes que tuvieron que atravesar para lograr la conquista de los derechos que reclamaron en vida. Ejemplo de esto es Cecilia Grierson que, en palabras de Pigna “Fue nuestra primera médica, quien tuvo una amiga que padeció una enfermedad terminal, y ella sintió la vocación de ser médica. A partir de entonces tuvo una enorme dificultad para ingresar a la facultad, donde los compañeros le hacían lo que hoy llamaríamos bullying, además de que los profesores no le querían tomar exámenes. El profesor hacía un acta donde decía que constataba que estaba evaluando a un ser inferior”.
“La historia cuenta que Cecilia insiste y finalmente se recibe de médica. Y luego además de recibirse era difícil que le dieran un trabajo. Fue Cecilia quien en 1910 presidió el Primer Congreso Feminista de la República Argentina”.
En la actualidad, un informe del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) reveló que en los últimos 30 años se ha dado un proceso de feminización en la profesión de la salud. Gabriela Maure, médica clínica e investigadora del CCT-Conicet Mendoza expuso a Unidiversidad: “Está bueno que podamos acceder, pero además hace falta, sobre ese acceso, politizar lo que está pasando y esas desigualdades. Es necesario empezar a dialogar entre nosotras, ver el lugar que ocupamos, valorizarlo, disputarlo al interior de las instituciones con los varones. Para eso hace falta que las mujeres nos encontremos entre nosotras”.
En el mismo sentido de la frase “mujeres insolentes” que planteó Pigna en el evento, es que se han organizado en contra los femicidios que ocurren en Argentina. Según datos del Instituto de Políticas de Género Wanda Taddei, en el País cada 18 horas se produce la muerte de una mujer en manos de un hombre. Ante esta problemática, el próximo lunes 4 de junio habrá movilizaciones en todo el país bajo la consigna #NiUnaMenos que se impuso en los medios desde el año 2015 y que dio visibilidad a los femicidios.
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