La actriz de la obra “Inventario de un jardín que arde” dialogó con Contracara. Vuelve la tercera temporada el 2 de junio en Teatro Cajamarca. Todos los detalles de la entrevista y de lo que las espectadoras y los espectadores pudieron disfrutar, una vez más, de esta puesta en escena.
Por Constanza Ramirez
“Inventario de un jardín que arde” es una obra que se presentó el 2 de junio en Teatro Cajamarca por tercera vez. Sara Spoliansky, actriz de la pieza teatral contó los detalles a Contracara. Se trata de una construcción colectiva de diez mujeres entre ellas, actrices, escenógrafas, directoras y vestuaristas.
¿Cómo surge “Inventario de un jardín que arde”?
-Surge como un deseo de las dos directoras, Agustina Tornello y Verónica Manzone, de trabajar juntas. Ellas se conocen, son amigas, hermanas, compañeras de la facultad, trabajan en el teatro Cajamarca y tenían muchas ganas de trabajar juntas la temática de género. Entonces Vero, que es Licenciada en Arte Dramático y está haciendo su doctorado que tiene como tema el teatro pos dramático, tenía ganas de poner esos procedimientos en escena, luego se unió con Agustina, me llamaron a mí y empezamos a pensar, mujeres, compañeras, actrices, para formar un elenco y así se fueron sumando las demás chicas, así se fue conformando el elenco que de siete mujeres quedamos seis.
¿Cómo se organizan para armar la obra?
-Inventario es una creación de todas, es una creación colectiva, una dramaturgia grupal. A mí me encanta decir que “Inventario de un jardín que arde” somos nosotras en un acto de amor porque somos nosotras en escena contando desde lo más íntimo para hacerlo colectivo, es un poco esa la idea, cuando lo íntimo se vuelve colectivo. La participación en inventario no es teniendo a la directora asignándote un texto, diciéndote cómo decirlo y desde dónde, igualmente la dirección siempre estuvo presente y firme, pero la dramaturgia de actrices se maneja cuando cada una se tiene que proveer y crear material propio y trabajar desde este lugar implica una responsabilidad mucho mayor no solo porque es un rol mucho más activo y participativo sino también porque nosotras decidimos trabajar desde la horizontalidad, a pesar de que hayan roles definidos. Trabajamos con textos de otras autoras, cuentos, estadísticas, se trabajó con femicidios, con todo lo que viene pasando, no solo con nuestra realidad inmediata sino también lo que pasa en nuestras vidas, que cambió mucho entre estos dos años de obra, y eso fue y va haciendo que la obra mute, eso es un desafío muy grande como actrices porque hay un trabajo de verdad muy importante, una honestidad brutal.
Y también ustedes se tendrán que ir amoldando a medida que la obra va cambiando
-La obra también cambia porque a una le van pasando cosas. Nosotras incluimos datos, cifras, estadísticas, manifiestos feministas. Inventario es un trabajo muy complejo, trabajamos desde procedimientos de creación pos dramáticos que te ponen en un lugar donde vos ya no podés estar esperando la orden del director o directora, estás viviendo y creando la escena en ese momento, los límites están menos claros, eso hace que vos como actriz tengas que empezar a buscar esos límites y explorar ese terreno amplio. De todos modos, nosotras siempre tuvimos y tenemos mucho apoyo de nuestras directoras. Nos empezó a pasar que la obra nos atravesaba más de lo que pensábamos, cada público es distinto, recibe la obra de distinta manera y es súper agradecido esa sinceridad. Para nosotras Inventario es nuestro espacio de militancia desde el feminismo, no creamos una obra panfletaria, hicimos una obra nuestra con cosas que a nosotras nos han sucedido. La realidad es que es una obra que nos sigue sorprendiendo mucho, que ha superado cualquier tipo de expectativa que teníamos. Nosotras no sabíamos que iba a suceder con la obra, fue como un salto al vacío, pero con mucho amor, entrega y trabajo colectivo.
¿Por qué se llama “Inventario de un jardín que arde”?
-Trabajamos mucho con contrastes, como lo etéreo, lo fantasmal de la muerte, la idea de la muerte como la idea de lo podrido, de lo no vivo en contraposición a lo vivo como las flores, por ejemplo. Hay una idea de jardín que arde porque hay cosas que están todo el tiempo a punto de prenderse fuego, hay una situación de límite con la que nosotras jugamos todo el tiempo. Inventario, particularmente, porque trabajamos con listas, y también porque la obra son escenas distintas también hay una conexión muy grande con los cuentos clásicos como Blancanieves, La Bella Durmiente, Alicia en el país de las maravillas, entre otros. Hay un trabajo muy grande sobre cómo se trata a la mujer en los cuentos y en el imaginario colectivo.
¿Qué se viene a futuro con Inventario?
-Nosotras queremos presentar la obra lo que más se pueda. Hemos quedado seleccionadas para participar en un festival en La Plata en noviembre. La realidad es que queremos seguir haciendo funciones no solo en la sala Cajamarca sino también en otros espacios. Queremos seguir presentándola en varios puntos del país, es una obra que para nosotras no se ha agotado, queremos que la vea mucha gente.
Tal como explicaron a Diario Jornada las directoras Veronica Manzone y Agustina Tornello "La obra es una gran pregunta sobre qué es ser mujer y qué es ser actriz, sin una respuesta unívoca sino con miles". Agregan también que no es netamente de género sino que está abierta a múltiples interpretaciones. “Inventario de un Jardín que arde” se presenta los sábados 2, 9, 16 y 23 de junio en Teatro Cajamarca (España 1767, Ciudad de Mendoza) a las 22h. Las entradas se pueden conseguir en la puerta del teatro.
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